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Agrishow es la Feria Internacional de Tecnología Agrícola más grande de Brasil, y una de las más importantes a nivel mundial, que se llevó a cabo durante esta semana en la ciudad de Ribeirão Preto, en el Estado de São Paulo.
La exposición en Brasil recibió a más de 150.000 visitantes entre productores, inversores, delegaciones internacionales, alumnos de escuelas rurales, y público en general. Se realizaron importantes lanzamientos, rondas de negocios, las empresas presentaron planes de financiación, y hubo una importante presencia de los representantes de la clase política.
Durante la inauguración de la muestra, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio un discurso de optimismo, señalando que «la agricultura brasileña está funcionando y creciendo. Tenemos que trabajar ya que nuestro gobierno no quiere obstaculizar a los que producen«.
Bolsanaro además agregó: «El Estado está para apoyar a los que invierten, a los emprendedores y empresarios de los agronegocios, que es uno de los sectores que está funcionando bien y hace mucho por el país. Nosotros debemos valorar a quienes trabajan en esa área».
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Luego de ello, Bolsonaro realizó tres importantes anuncios. El primero fue una suma de 500 millones de reales para reforzar el Moderfrota, que es el Programa Nacional de Modernización de Maquinaria Agrícola de Brasil para pequeños productores. En segundo lugar destinará 1.000 millones de reales para financiación a través del Banco do Brasil; y por último 1.000 millones de reales más para los seguros rurales del Plan Zafra 2019/2020.
A principios de este año Bolsonaro había informado que atraerán inversiones iniciales por alrededor de 7.000 millones de reales, con concesiones ferroviarias, 12 aeropuertos y 4 terminales portuarias, en lo que es el plan de modernización logística más grande de la historia del país vecino.
Las similitudes entre los presidentes de nuestro país y Brasil, son llamativas. Los discursos efusivos y amigables con la agroindustria, los objetivos planteados para salir de una crisis económica, el empeño en mejorar la competitividad a través de la inversión en infraestructura, los anuncios destinados a aumentar créditos para los productores, y hasta el contexto elegido por ambos; no hace más que confirmar la importancia que le dan al sector.
Los problemas unen a los productores
En los pasillos de Agrishow, los principales problemas que manifestaron los productores brasileños son la falta de planes de financiamiento accesibles para poder realizar inversiones en sus establecimientos. Cabe destacar que los créditos en el país vecino rondan el 10% anual.
El segundo inconveniente que atraviesan es que las extensiones en Brasil son muy grandes entre los puertos y la gran mayoría de las zonas productivas, y la infraestructura termina resultando obsoleta. Para este año Brasil espera concretar su segunda mejor campaña agrícola de la historia, tanto de soja como de maíz, pero sin competitividad, ya que los productores no pueden marcar la diferencia.
Al respecto, el empresario argentino y director del área de marketing de una multinacional de maquinaria agrícola, Alfredo Jobke, estuvo presente en Agrishow y manifestó: «Brasil tiene varios desafíos por delante. La logística para poder sacar toda la producción del país, la eficiencia en la fertilización de los suelos, la aplicación de los fitosanitarios, y la conectividad dentro del mercado agroindustrial, que todavía está uno o dos pasos por debajo de la Argentina».
Si hablamos de inconvenientes de infraestructura, conectividad, financiación, competitividad y acceso a la tecnología, parece ser tan aplicable para el productor argentino como para el brasileño. La única gran diferencia entre ellos, es que unos escalan una montaña llamada, retenciones.
