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La alemana Basf anunció hoy que finalizó la compra de activos de Bayer, que tuvo que desinvertir por la adquisición de Monsanto. La operación de Basf, que marca su ingreso al sector de semillas, herbicidas no-selectivos y nematicidas, se ubicó en unos 7600 millones de euros, según precisó la compañía.
Recientemente, Europa había autorizado la venta de negocios de Bayer a Basf. En el último tiempo, Basf fue comunicando los activos a los que apuntaba en la operación.
En un comunicado, Martín Brudermüller, presidente de la Junta Directiva y director jefe de Tecnología de Basf, señaló: «Este movimiento estratégico agrega excelentes activos a nuestro sólido portafolio de soluciones para la agricultura y mejora nuestro potencial de innovación». Y agregó: «Garantiza una oferta de soluciones aún más completa y atractiva para nuestros clientes».
En tanto, para Saori Dubourg, otro directivo de la firma alemana, la compra «representa un cambio para Basf en la agricultura».
«Fortalece nuestra posición en el mercado de soluciones para la agricultura y crea nuevas oportunidades de crecimiento», dijo Dubourg.
Con qué se quedó Basf
Según se informó, como parte del acuerdo se transfirió el negocio global de glufosinato de amonio de Bayer, de semillas (incluye eventos biotecnológicos, entre otros puntos), de semillas de hortalizas, la plataforma de I+D para trigo híbrido, una gama de productos para el tratamiento de semillas, herbicidas a base de glifosato en Europa utilizados principalmente para aplicaciones industriales, entre otros.
En la compra se consideran ciertos proyectos de investigación de herbicidas no-selectivos y nematicidas.
