De Frente al Campo TV Online Federal
La diarrea en terneros con cualquier fin zootécnico, significa una gran pérdida económica directa e indirecta, pues los costos de tratamientos, honorarios veterinarios, manejo y la mortalidad de los mismos suman grandes cantidades de dinero.
Existen muchos posibles agentes etiológicos de esta patogenia, e incluso puede haber más de uno involucrado. Bacterias como las diferentes cepas de Escherichia coli, virus como rotavirus y coronavirus, así como gran variedad de coccidias, como Eimeria bovis y E. zuernii.
Coccidiosis
La coccidiosis es una enfermedad distribuida mundialmente, producida por protozoos parásitos del género Eimeria. Afecta principalmente a animales jóvenes entre las 3 semanas y el 1 año de vida (aunque puede afectar a animales mayores), y se caracteriza clínicamente por diarrea, anorexia, deshidratación y en casos más severos puede llevar a la muerte. Los animales criados intensivamente están más expuestos a sufrir esta parasitosis debido al estrés y al hacinamiento en ambientes pequeños.1
Ciclo biológico de las coccidias
Luego de ingerir ooquistes esporulados, en el intestino delgado ocurre la excistación, liberándose así los esporozoitos que invaden las células intestinales donde se desarrolla la primera generación de ezquizontes. Para E. bovis esta se produce en las células endoteliales del vaso quilífero central en las vellosidades en el íleon, maduran aproximadamente en 14 días donde alcanzan un tamaño de 300 micras (visibles a simple vista) y contienen alrededor de 120000 merozoítos. La segunda generación de esquizontes desarrolla en las células epiteliales de las criptas del ciego y primera porción del colon, maduran en 2 días, miden aproximadamente 10 micras y contienen alrededor de 30 merozoítos. Las micro y macrogametas desarrollan en la misma porción del intestino grueso hallándose en las células epiteliales en las profundidades de las criptas, cerca de la lámina propia.1
El ciclo de E. zuernii es similar al anterior, los esquizontes maduros miden alrededor de 250 micras y se localizan en la lámina propia, cerca de la muscular de la mucosa en la última porción del intestino delgado (difícilmente visibles por estar ubicados profundamente). La segunda generación de esquizontes y la gametogonia se producen en células epiteliales de ciego y colon e incluso pueden llegar hasta el recto. En ambos casos el ciclo se completa alrededor de los 16 a 17 días post infección y la patencia oscila entre una y dos semanas.1
Signos clínicos
Los principales signos clínicos de la coccidiosis son la apatía, anorexia, postración, diarrea acuosa, que puede contener sangre y mucosa, además de la posibilidad de encontrar prolapso rectal en algunos casos avanzados. Debido a la diarrea existe deshidratación, que pudiera llevar a la muerte al ternero cuando ésta deja de ser compatible con la vida generando fallas orgánicas.1
Diagnóstico
Puede realizarse un coteo de ooquistes en muestras de heces con técnica de Mc Máster, realizándose en los primeros días de la signología, ya que los picos altos de ooquistes se presentan a los 2-3 días post contagio. Deberán de muestrearse todos los terneros con signología aparente.1
Tratamiento
Las opciones de tratamiento para las coccidiasis se dividen en 2 vertientes: fármacos que atacan a la coccidia en su primer etapa de replicación (preventivos), y fármacos que la atacan en la última fase del ciclo (curativos), e incluso existen fármacos que logran atacar cualquier etapa. La elección del tratamiento correcto dependerá del tiempo de evolución del ternero, pues estos últimos actuarán cuando el daño mayor ya se haya provocado. 3
El tratamiento deberá de ser integral, tratando también los otros signos además de la diarrea, como la deshidratación (pueden usarse electrolitos orales o parenterales, estimando la cantidad de acuerdo al grado de deshidratación del ternero) y el dolor abdominal (pueden usarse AINEs como el meloxicam o piroxicam). Además, es importante realizar un manejo completo donde se eliminen las fuentes de contaminación (como el material de la cama, bebederos y comederos), correcta rotación de jaulas, así como instalar un sistema de alimentación independiente para cada ternero.
El toltrazuril es una sal con acción coccidicida y antiprotozoaria, que puede ser usado tanto para prevención como para tratamiento cuando ya se encuentran los parásitos presentes en los animales (pudiendo llegar a ser usado incluso hasta en lechones, perros y gatos).2
Se trata de una sal con muy pocas reacciones adversas, pudiendo llegar a presentarse algunas alteraciones gastrointestinales en muy raras ocasiones, además, no presenta interacciones con otros anticoccidianos, aditivos para el alimento y medicamentos comúnmente utilizados en la producción.
PiSA Agropecuaria cuenta con Coccitrak® 5%, una suspensión con base de toltazuril a 50mg por cada 1mL, fácil de dosificar y administrar gracias a su disparador (cada disparo ofrece 2mL de la suspensión) que puede darse directamente en la boca del animal a tratar, obteniendo resultados con una única toma.
Su dosificación en becerras es de 15mg/kg2, equivalente a 1mL por cada 3.3kg de peso.
Coccitrak® 5%, resulta un producto altamente seguro, ya que aún aplicado 10 veces más de la dosis terapéutica, no se presentan manifestaciones clínicas de toxicidad, lo cual permite un manejo confiado, sobre todo en becerras jóvenes de pesos bajos.
Las diarreas en becerras, tanto de producción láctea como de carne, jamás deberán de subestimarse y se tendrán que tratar desde la detección de los signos tempranos, de esta manera se logrará bajar el índice de morbilidad y mortalidad, sin permitir llegar a la deshidratación y compromiso de la vida del animal.
- Sánchez, R. O., Sanabria, R. E. F., & Romero, J. R. (2005). Coccidiosis bovina. Vet. Arg, 22(217), 492-500.
- Plumb, D., Veterinary drug handbook, 7th edition, (2011). Pp 896-897.
- Zurita, L., Smith, P., & Zurich, L. (1987). Diarrea del ternero recién nacido. Monografías de Medicina Veterinaria, 9(2). Zurita, L., Smith, P., & Zurich, L. (1987). Diarrea del ternero recién nacido. Monografías de Medicina Veterinaria, 9(2).
