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Las exportaciones de semen bovino crecieron el año pasado un 25% en dosis y un 60 por ciento en dólares. El principal destino de los envíos fue el Mercosur, con Brasil como comprador más importante.
El dato se conoció en la 11ª Jornada de Actualización del Foro Argentino de Genética Bovina organizada en el marco de la Exposición Rural de Palermo. «Se exportaron 705.000 dosis por US$2.600.000, lo que significó un aumento del 25% en términos de dosis y un 60% en dólares, respecto a 2016», dijo Mariano Etcheverry, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Biotecnología de la Reproducción e Inseminación Artificial (Cabia) y vicepresidente del Foro Argentino de Genética Bovina.
En contraste, mientras las ventas al exterior de semen bovino aumentaron, el mercado de embriones viene sufriendo una caída en los últimos años. En rigor, en 2017 las ventas al exterior bajaron un 25%, con 2500 embriones versus 3300 de 2016.
En este contexto, Raúl Roccatagliata, responsable del área internacional del Instituto de Estudios Económicos y de Negociaciones Internacionales de la Rural, se refirió a las barreras al comercio que aún existen, que pueden ser de «frontera» (aranceles, licencias, etcétera) o «internas» (impuestos, subsidios, regulaciones).
«Barreras que restan transparencia, facilitan formas encubiertas de discriminación, desalientan la participación en el comercio y afectan las funciones de producción y comercio, que son de índole sanitarias, zootécnicas u operativas», dijo.
Según se informó, por el trabajo conjunto público-privado fue posible abrir nuevos mercados para animales en pie (9), para semen (14) y para embriones (14).
Para Daniel Musi, profesor de la UBA y asesor de la Rural, la incorporación de la genómica en el mejoramiento genético se traduce en beneficios económicos medibles. «Su uso en los EE.UU. representó un aumento concreto medido económicamente en los toros comercializados, pasando de un Índice de Mérito Neto (US$), de 18 a 80, a partir del uso masivo», dijo.
En esta línea, Dan Moser, presidente de Angus Genetics Inc. (AGI), empresa que provee servicios de evaluación genómica radicada en Missouri, EE.UU., dijo: «Con la genómica somos capaces de evaluar muchos más animales para más rasgos a edades más tempranas. Para un animal joven sin registros fenotípicos ni DEP’s aún, es posible con la genómica obtener información más precisa en rasgos como peso al nacer, peso al destete y peso al año. Y para caracteres como: rasgos de la carcasa, marmoleado, peso de la carcasa, área de ojo de bife y grasa. Asimismo, podemos utilizar la genómica para predecir rasgos que son muy difíciles y costosos de obtener como ingesta de materia seca y ganancia diaria promedio residual».
Según Bruce Golden, cofundador y CEO de la empresa norteamericana Theta Solutions, no obstante «siempre será necesario registrar fenotipos».
«La información genómica nos permite exprimir más la información de los fenotipos que registramos, pero no puede reemplazarlos», precisó.
Fuente: La Nación
