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El médico veterinario y técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Guillermo Covas de Anguil, Ariel Hurtado, habló con De Frente Al Campo sobre los trabajos que desarrollan en su área respecto a la cabra colorada, característica del oeste pampeano y la cual ya es reconocida a nivel internacional.
Hurtado trabaja en el INTA desde el año pasado. Sin embargo, los trabajos de extensión e investigación vinculados a la raza de la cabra colorada datan desde hace varios años. “El INTA siempre en conjunto con otras instituciones, el Ministerio de la Producción, con Agricultura Familiar, con la Universidad, con la Facultad de Pico principalmente, siempre ha trabajado o desde hace años viene trabajando sobre la caracterización de la cabra colorada, una raza que es local, una identidad del oeste de La Pampa, y a su vez con el resto de los productores. Se creó una Asociación de Productores de Cabra Colorada que están trabajando en caracterizar y tomar registros sobre ese tipo de cabra. Además, están los demás productores que tienen cabras que no son clasificadas como coloradas, se les llama criolla para diferenciarlas del otro grupo”, dijo.
En ese sentido, se realiza un trabajo de caracterización “no solo de la cabra sino también del sistema productivo, de cómo la gente hace el manejo diario de las cabras. Cuando la gente empezó a elegir a la cabra colorada como raza se empezaron a tomar datos, hay una serie de características que hay tomar, registrar y hacerlo de forma consecutiva durante años”.
En la actualidad, se continúa con la toma de registros, tarea emprendida por los productores mismos. “Los productores que integran la Asociación rotan sus machos y sus hembras se sincronizan entonces hay un pacto sincronizado, y de eso se toma registro de las fechas de nacimiento, los pesos cada quince días y todo eso lo que hace es permitir llevar un seguimiento”, indicó Ariel Hurtado.
El objetivo de los productores es poder llevar el registro en la Sociedad Rural “para eso se exigen una serie de años donde los registros sean consecutivos y estén identificados los animales que van naciendo. Hay un plantel base y a medida que van naciendo van registrándose”.
Sobre la raza
Respecto a la evolución, desarrollo y reconocimiento de la raza Hurtado dijo: “Lo fuerte de esta raza es que lo eligió la gente. Ha ido reemplazando la cabra criolla por la colorada, y la población de colorada ha crecido y la gente la sigue eligiendo”. Y agregó: “Está muy arraigada en la zona”.
Asimismo, el trabajo de caracterización emprendido por los productores también se hace con la fibra. “Eso le da más fuerza a la producción y es una alternativa comercial más que también le suma puntos a la cabra colorada”, señaló.
La lana obtenida de la cabra colorada posee un mercado interesante, más allá de que la producción es poca, y la fibra producida es similar al cashmere. Respecto a la labor que los productores realizan con la fibra Ariel Hurtado manifestó: “Antes la gente en el campo la trabajaba, la hilaba pero la fibra completa. Es decir se lo sacas a la cabra por esquila o por peinado y eso es lo que se hilaba. Ahora con la tecnología que existe, lo que permite es separar. La cabra produce dos tipos de fibra al mismo tiempo, una fina y una gruesa y con una maquinaria adecuada lo que hace es separar la fina de la gruesa y te queda el producto fino que es de muy buena calidad”. Actualmente, existe una mayor demanda de esta fibra.
“La cabra colorada se la eligió por la contextura que tenía y la producción de carne, pero naturalmente la cabra colorada tiene una fibra que luego esos análisis en el proceso de caracterización se pudo verificar que es una fibra que es comerciable y de calidad. Dentro de la cabra colorada hay variedades en la fibra, hay cabras que tienen la fibra un poco más larga, otras más cortas. Cuanto más larga mejor pero naturalmente produce los dos productos y también la leche que la producción es suficiente como para ordeñar y elaborar queso”, explicó.
En el área de vinculación científica en el que se encuentra Hurtado, hoy están “tratando de trabajar un poco más en la fibra”. No obstante eso no es todo. Junto con la Agencia de Victoria llevan a cabo talleres “en busca de un producto que a la gente del oeste los identifique, para ver a futuro como se puede fortalecer ese producto” y tenga relevancia en el mercado y se convierta en una alternativa comercial.
“En esos talleres las preguntas que se hacen son qué productos ellos elegirían como representativos de ellos y qué problemas tienen para producir lo que ellos eligen. Ahí nos manifiestan la deficiencia de instalaciones sobre todo cobertizos para la época de frío y la época de parición cuando hay mucha lluvia porque se mueren muchos animales; y también la presencia de pumas y zorros. Esos son los principales problemas que aparecen y luego la dificultad de caminos que tienen, lo que les complica salir con los animales a la ruta o que lleguen los compradores a los campos”, manifestó Ariel Hurtado. También otra “es conseguir los alimentos para suplementar, más en estas épocas”.
De esa forma, el trabajo que se lleva adelante desde el INTA, junto con otras instituciones y productores es la búsqueda del reconocimiento de la raza la cual, por sus características, produce carne, fibra y la leche.
