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María Julia Aiassa, analista ganadera del Rosgan, sostuvo que los nuevos brotes de peste porcina en China cambian el escenario de los mercados cárnicos a nivel mundial.
«A fines de noviembre del año pasado, el gobierno chino anunciaba haber recuperado el 90% del rodeo perdido. Eso asombró mucho. El país asiático empezó un proceso de reconversión de la producción porcina, dejando las pequeñas granjas donde empezaron los brotes y generando megaproducciones con cuidados en la inocuidad en todo el proceso”, sostuvo la especialista.
Aiassa agregó que los nuevos brotes de peste porcina se deben a nuevas mutaciones. «Una de las causas se debe al tráfico ilegal de vacunas que no controlan la peste y además generan mutaciones adicionales a las naturales. Esto lo hace más incontrolable y difícil de diagnosticar. Aunque la mortalidad es menor, el efecto de sacrificio de los cerdos se sigue haciendo», describió la especialista.
Para Aiassa, «no es una situación muy crítica, pero el mundo tiene una menor capacidad de respuesta que tres años atrás. China perdió de 2018 a 2020 cerca de 16 millones de toneladas de producción de carne de cerdo, por lo que tuvo que compensarse con carne de cerdo, aviar y vacuna. Esto generó un gran desequilibrio en todos los mercados, que también nos han afectado».
Importaciones chinas
“Las importaciones totales de China de las tres carnes pasaron de 3 a 8,5 millones de toneladas. Las carnes de cerdo y aviar tienen ciclos mucho más rápido. En la carne vacuna, los ciclos son más prolongados y demanda por lo menos dos años para ver el efecto en el aumento de la producción.
Tanto Australia, Brasil y Argentina nos encontramos en ciclos en mayor o en menor medida en fase de retención. Es un escenario muy dinámico”. Los altos precios internos de la carne de cerdo en China producto del faltante ocasionado por la enfermedad, reducen la diferencia de precios contra la carne vacuna, llevando a más personas a inclinarse por esta alternativa, hasta entonces considerado producto de lujo.
Esto conduce a un crecimiento en el consumo de carne vacuna que, de acuerdo a las últimas proyecciones del USDA, sería del 6% anual superando por primera vez los 10 millones de toneladas. Bajo estas perspectivas, se proyecta un incremento en las importaciones de carne vacuna por parte de China de más del 11%, alcanzando los 3,1 millones de toneladas en 2021.
