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Más de 50 empresas y 2 mil personas se dieron cita el 19 y 20 de septiembre en la experimental del INTA en la localidad cordobesa de Manfredi, para conocer las últimas tendencias en materia de agricultura de precisión.
Mario Bragachini, ingeniero agrónomo del INTA Manfredi, dialogó con Agrofy News y anticipó las novedades del 2019 en materia de maquinaria agrícola: “El año que viene las cosechadoras en Estados Unidos van a ser eléctricas”, y asegura que en Argentina también se verán ya que “somos adoptadores de tecnología”.
Se trata de una cosechadora totalmente eléctrica/hidráulica con una capacidad de trabajo y ancho de labor muy superior a lo conocido hasta el momento, la cual ya se viene probando a campo desde hace algunos años pero por el descenso del precio de los granos su lanzamiento se viene posponiendo.
Las nuevas cosechadoras tendrán motores que gobiernan hidráulica y generación de energía eléctrica, que va a mover todos los actuadores. “Las máquinas van a hacer totalmente distintas, mucho más grandes, mas autónomas, más inteligentes y más parecidas a un robot”, explicó Bragachini.
El especiaista explicó que estamos a las puertas de una nueva generación de cosechadoras, como ya sucedió con las sembradoras donde los motores eléctricos fueron adoptados por los nuevos modelos, ahora esto sucederá con las cosechadoras sin cadenas, correas, y engranajes.
“El operario va a ir arriba de la cosechadora provocando un doble de capacidad de trabajo de la que tiene ahora, prácticamente haciendo muy poco de la regulación porque se va a regular y mandar información a una nube y la nube va a procesar la información y dar la orden a la cosechadora”, agregó.
Las cosechadoras a nivel global están frente a un cambio hacia el sensoramiento, el automatismo, la conectividad de información y la telemetría, van camino a convertirse casi en un robot decosecha que se autorregula.
EL FUTURO PASA POR LA SENSORIZACIÓN
Además, el especialista del INTA Manfredi, resaltó los avances obtenidos en agricultura de precisión: “Hoy tenemos sembradoras nacionales con equipamientos importados que tienen la posibilidad de censar un metro cuadrado de la materia orgánica, de la humedad del suelo, de la limpieza del surco, que le da una relación directa entre la cantidad de semillas y fertilizantes».
«Cuando hace dos años atrás hablábamos de 400/500/1000 metros cuadrados de unidades de manejo hoy hablamos de un metro cuadrado. Es exponencial el avance tecnológico a través da la sensorización”, expresó Bragachini.
El ingeniero agrónomo sostiene que “una máquina agrícola que no está sensorizada y que no tiene sistema de regulación de acuerdo a los datos del sensor en este momento está fuera del mercado” y agrega que esto involucra tanto a la maquinaria para siembra, pulverización, fertilización, cosecha, poscosecha y forraje: “Este tipo de maquinaria está fuera del circuito de posibilidades del mercado elite. Va a tener un mercado, pero de segundo orden; el de punta, tecnológico, el más comprador del momento, exige la máquina inteligente. Quien se queda tecnológicamente va tener un serio problema”.
Fuente: Agrofy
