Estás aquí

Inicio » Noticias » Un ejemplo exitoso de gestión tambera

Un ejemplo exitoso de gestión tambera


Por Gonzalo Rodríguez. Francisco Anghilante, bisabuelo del protagonista de esta nota, llegó desde Italia en 1901 y comenzó una tradición familiar de producción y trabajo. Su hijo Santiago tomó la posta, que luego recaló en Alcides y Francisco, sus primogénitos. La cultura del esfuerzo y el honor a la tierra hizo que los hijos de…


Por Gonzalo Rodríguez. Francisco Anghilante, bisabuelo del protagonista de esta nota, llegó desde Italia en 1901 y comenzó una tradición familiar de producción y trabajo. Su hijo Santiago tomó la posta, que luego recaló en Alcides y Francisco, sus primogénitos.
La cultura del esfuerzo y el honor a la tierra hizo que los hijos de estos últimos se pongan al frente, casi 100 años más tarde, del Establecimiento «Santa Magdalena», un tambo enclavado en Colonia Bicha, a 80 kilómetros de nuestra ciudad. Son Ricardo y Daniel quienes han podido sortear múltiples obstáculos, capear diversos temporales y gracias a la minuciosidad y constancia crecer en un rubro donde hoy casi todos tambalean.
Daniel, «Beto», profesional de nuestra ciudad, dirigente responsable de Atlético de Rafaela, se encontró casi sin buscarlo con aquella tradición de los Anghilante a mediados de los `90 y a partir de la asociación con su primo le dio forma a un emprendimiento modelo, que va en dirección contraria a la mayoría. Cuestiones de la rutina, desgastes como los que muchos sufrimos en distintos momentos de nuestra vida laboral, hicieron que Daniel se decidiera por un desafío que pocas veces tiene un éxito considerable. Él mismo lo cuenta: «Encontré ahí un lugar donde canalizar mi actividad laboral, todo lo que había aprendido hasta ese momento, y pasé a trabajar para lo mío. Tomé la posta de mi viejo, estuve 2 años part time y en el ´98 dije basta, full time, 100% en el campo. Es una sociedad bastante rara en cuanto a que es entre primos, no es tan común».
-«Beto» la empresa familiar fue dejando de existir, excepto notables excepciones.
-Mi primo es ingeniero, tratamos de darle un tinte más profesional en el manejo, en algunas decisiones. Fuimos año a año creciendo. Cuando yo entré el tambo era de 3.000 litros, mi viejo lo había inaugurado meses antes de fallecer y hoy estamos con un tambo de 10.000 litros, con nueva estructura. Fuimos año a año esforzándonos y cada vez que lo permitió el clima, la economía y el músculo fuimos creciendo. Lo que le metimos fue muchísima tecnificación, muchísima productividad y somos un poco enfermos de la tecnología, entonces estamos constantemente renovándonos en cuanto a maquinaria. Da el flujo de fondo, un crédito para renovar el tractor, para comprar una máquina, para automatizar algún procedimiento. No aflojamos.
-Volviendo al momento y al contexto en el que decidiste lanzarte de lleno a la actividad, ¿hoy sería inviable o mucho más arriesgado?
-Te diría que aquel contexto era el peor de todos. Me acuerdo que cuando le dije a mi primo «Ricardo tomé la decisión de meterme 100% acá dentro», me dice «justo en este momento?». La leche valía U$S 0,12. También hay cuestiones de la vida particular que influyen en este tipo de decisiones y yo siempre vi que había mucho potencial para crecer. Estaba medio cansado de cosas de la ciudad y me sirvió muchísimo para la vida, para mi personalidad, para un montón de cosas. La verdad que asumí un riesgo.
-¿Cuánto te costó aprender?
-Yo siempre digo que empecé a ser productor agropecuario a los 33 años. No sabía nada. Cuando vinimos a Rafaela yo tenía 6 años, yo nací ahí. Vinimos en el ‘70, soy un rafaelino más. Hubo en algún momento una proposición de mi papá, «che querés venir?», «no papá, la explotación agropecuaria no da para que nos metamos todos a vivir del campo». De hecho el otro día hablábamos con «Cabo» Castro sobre la idiosincrasia de algunas personas como yo, decíamos que somos de la generación a la que los padres nos decían que vayamos a estudiar porque en el campo no íbamos progresar. Yo fui de esos. Nunca participé de la vida del campo. Mi papá se iba el lunes a la mañana y volvía el viernes, en una F100 de los ‘70, celeste, pedirle a mi papá «llevame al campo el fin de semana» era una locura en ese momento.
-Muchas veces hablamos de la falta de arraigo de la gente al campo, de la huída despavorida de ese escenario, pero no es una situación solo de la actualidad. Incluso en el pasado evidentemente era mucho más dura la vida en ese ámbito.
-Ni hablar. Pero aparte un sentimiento de nuestros padres de que en el campo nadie iba a progresar, eran tipos sufrientes en la vida y ellos veían a «mi hijo el Doctor». La verdad que después de 2002, 2003 el campo hizo un click grandísimo y ahí se empezó a ver más gente joven, por lo menos en la zona rural del departamento Castellanos. Por ejemplo el pueblo de Colonia Bicha tiene 2 productores agropecuarios viviendo allí nada más. Los dueños del resto de las explotaciones agropecuarias están viviendo en Rafaela, en Sunchales y en Morteros.
-¿Por qué ustedes crecieron y la mayoría no?
-En realidad yo lo que aprendí es que hay que estar todo el día encima. El problema es que siempre estamos mirando para afuera y no tranqueras adentro. Hace del ‘96 que soy productor agropecuario y empecé a aprender. Y hace del ‘96 que escucho que el tambo tiene índices reproductivos muy malos, que tiene mortandad en la guachera, que tenemos un uso ineficiente de la alfalfa. Hace 20 años que escucho lo mismo. Y un montón de esas cosas son por gestión, no es por plata. Criar los terneros bien es sacar leche de las vacas en el peor de los casos, mantenerla a una temperatura determinada y dársela a los terneros dos veces por día, todos los días a la misma hora y a la misma temperatura. Después actuar sanitariamente sobre los terneros. No es plata, es mirar el reloj, controlar todo ese proceso. En el tambo tenés mucha tecnología de proceso, no tecnología de insumos como es la agricultura, que es un paquete tecnológico de insumos. El tambo es proceso. También entran a aparecer los profesionales, yo soy muy crítico de los profesionales, los veterinarios y los ingenieros. Nosotros somos intensivos, pero en mi campo el ingeniero va 2 veces por semana y el veterinario de 2 a 3 veces, son intensivos como los dueños. Saben muy bien que si no van a la par nuestra no pueden continuar. Pero no es comprar un tractor de 250 caballos y endeudarme. Es proceso. Sembrar maíz es lo mismo sembrarlo bien o sembrarlo mal. Que te piquen el maíz y hacer la bolsa es ir y controlar, está escrito cómo hay que hacerlo.
-¿Tuvieron menos eventos climáticos negativos que otros?
-Sí, sí, tuvimos menos desgracias que muchos otros sectores. Colonia Bicha es una isla, nunca se nos tapó el campo de agua. Es un campo alto y siempre llueve menos. Tuvimos esa suerte, estamos en una zona donde a 3 kilómetros teníamos las cigüeñas en campos inundados y nosotros no.

La coyuntura

-Daniel ¿cómo ves a los colegas, sobre todo aquellos que producen menos de 3.000 litros y evidentemente pierden dinero?
-A la cadena láctea y el sector de la producción primaria no la veo bien. El OCLA publicó hace poquito algunos números, el 70% tiene menos de 4.000 litros, 3.000 litros son una facturación de $ 600.000 al mes, con todo lo que tenés que pagar hacés rápido la cuenta te queda $ 100.000 a una familia para vivir, cambiar el tractor, cambiar la camioneta, hacer mejoras, cubrir inconvenientes anteriores. Y si sos ineficiente, peor, porque en realidad cuando no crecés, decrecés. Si te mantuviste con la producción igual en los últimos 10 años estás yendo para atrás. Como sector yo lo veo preocupado, sobre todo la provincia de Santa Fe y sobre todo el departamento Castellanos, donde hay tambos muy chicos. No hay un pensamiento de progresar e ir para adelante. El otro día fui a un tour lechero a Córdoba, Villa María. Tienen el 30% de los tambos y el 34% de la leche del país, los tambos son más grandes. La provincia de Córdoba tiene 25 proyectos para techar los tambos y en la provincia de Santa Fe hay 3. La Universidad de Villa María con el INTA Manfredi muestran una sinergia tremenda, estudiando los proyectos de inversión y cómo hacer el sistema de producción más conveniente para la zona. Aquí eso no pasa.
-¿Cómo es tu relación con la industria?
-Yo vengo de retirarme de SanCor el año pasado por la situación financiera-económica, hoy con la industria a la que yo le entrego estoy bien, apoya al productor, pero si quiero ver fantasmas, los voy a ver. La relación de dominación existe, pero es porque la conformación de la industria es pésima, pero es histórica. ¿Por qué? No me importa. Pero hoy tenemos un sector industrial que está preparado para el mercado interno y desde que desapareció SanCor no hay quien exporte. Pero además hoy la lechería tiende a que no vamos a exportar más porque nos vamos a quedar sin leche cuando mejore el mercado interno. Hablaba con mi primo y nos preguntábamos para qué lechería vamos a trabajar. Si no tenés una industria fuerte, el sector no se va a fortalecer, ahora la industria fuerte se va a hacer cuando tengas leche para que puedas exportar.
-Aquello de la «cuenca lechera más grande de Sudamérica» ¿es solo un mote que nos queda?
-Sí, sí. Yo creo que hoy la provincia de Córdoba está un pasito adelante en el desarrollo, en la innovación, en el espíritu emprendedor. En el viaje no vi grandes productores, vi productores de 250 vacas, con 7.000 litros que le metió un galpón impresionante. Vi la Universidad muy involucrada, el INTA muy metido en investigar, en desarrollar, en capacitar, veo un paso adelante de lo que hoy es la provincia de Santa Fe.

Cuestión de familia

-Así como tu papá quiso alejarte de la producción agropecuaria, ¿cómo actuás hoy vos?
-Como yo debo haber sorprendido a mi papá iluminándome desde allá arriba, que nunca se imaginó que yo iba a volver al campo, de mi hijo tampoco yo esperaba que él venga. Dejé que haga lo que quería y cuando elige la carrera elige Licenciado en Administración Rural. Está preparando una tesis muy buena para terminar, mientras tanto empezó a trabajar en una explotación tambera de un profesor, que lo llevó part time. Ahí se hizo la calle, aprendió a tratar con la gente. El año pasado se generó una necesidad de continuidad en el tambo, le propusimos a Andrés que se sume y desde octubre del año pasado está trabajando con nosotros. Todos los días vamos y venimos juntos, la verdad no lo esperaba antes que empiece a estudiar.
-¿Y cómo se fue construyendo la relación con Ricardo, tu primo?
-Yo asumí un rol de respeto. Los primeros 3 o 4 años yo asumí una situación de observación, absorción de conocimiento. Yo venía con bagaje y experiencia del mundo empresarial, por supuesto uno tiene otra cabeza para aprender y para ver las cosas, para analizarlas. En cuanto a lo societario está claro que somos dos primos, que nos respetamos la vida privada, de hecho mi primo vive en Brinkmann y yo en Rafaela. Te diría que somos más socios que primos. Con una base en el respeto mutuo. La verdad que no es común, sí por allí entre hermanos. Es una relación distinta, los hermanos y los amigos se pueden mandar al c… y no pasa nada. En cambio los primos tienen alguna distancia, aparte nosotros tenemos alguna diferencia de edad, que hay que tratar de no romper. Pero ha sido siempre una gran experiencia y algo que cuidamos con mucho esfuerzo.

Fuente: Diario Castellanos

Índices Ver más
Cabezas: 9.902
INMAG: 1.718,65
IGMAG: 1.497,88
Indice de Arrendamiento: 1.765,33
19/04/2024 Llama Creativa
Datos provistos por el Mercado de Cañuelas
Hacienda Ver más
Categoría Mín Máx
NOVILLOS Mest.EyB 431/460 1.530 1.950
NOVILLOS Mest.EyB 461/490 1.400 1.930
NOVILLOS Mest.EyB 491/520 1.500 1.850
19/04/2024 Llama Creativa
Datos provistos por el Mercado de Cañuelas
Divisas Ver más
Tipo Compra Venta
Dólar Oficial 890,00 890,00
Dólar Blue 995,00 1.015,00
Euro 928,05 928,93
19/04/2024 a las 17:58 Llama Creativa
Datos obtenidos de ArgentinaDatos

Te puede interesar

Últimas Publicaciones

[add_eventon tiles=»yes» tile_bg=»1″ tile_style=»1″ event_order=»DESC» ux_val=»3″ show_excerpt=»yes» event_past_future=»future» event_type=»5818″]