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La falta de lluvia de enero y febrero, sumado a algunos días de mucho calor, han afectado a la mayor parte del país. Las pasturas, base de la producción ganadera y lechera, sin rebrote suficiente obligan a bajar la carga y a aumentar el costo de suplementación. Y como agravante ha habido incendios de magnitud en La Pampa y en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
Frente a esta situación, desde la consultora Zorraquin + Meneses consideran que la falta de lluvia está complicando a la ganadería: «En muchos campos de cría ya se realizó el destete de terneros en forma temprana y se han vendido o encerrado para suplementar».
Los especialistas consideran que el atraso en la siembra de verdeos y de nuevas pasturas en región pampeana, genera dudas en el logro de la futura cadena forrajera.
Actualmente el precio de ternero pesado (190 kilos o más) sigue en valores de 40 a 42 $/kilo y livianos (menos de 160 kilos) en el orden de 43 a 45 $/kilo aunque con variaciones importantes según zona. En tanto el novillo se mantiene en los 36 a 38 $/kilo, con una relación compra venta en el orden de 1,10 a 1,15.
«Hay una buena relación para el que va a reponer ternero luego de vender. El valor de los vientres no repunta«, consideraron.
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En resumen, «precios de venta que no mueven y costos que aumentan en kilos de carne. Complicado momento en el corto plazo para los ganaderos, con un entorno de largo plazo atractivo por los nuevos mercados abiertos y por el impulso dado al volumen de exportación y la reasignación de cupos para cumplir la cuota Hilton este año«.
Además en Zorraquin + Meneses consideran como favorable un mayor control a los mecanismos de evasión, clave para ser competitivos en el largo plazo.
Por otro lado, desde la consultora consideran que el negocio lechero es otra actividad que este verano está comiendo más suplemento y menos pasto que lo habitual: «O sea con mayor gasto de alimentación y en muchos casos con menor producción debido a las altas temperaturas en algunas regiones».
