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El proceso de primarización que atraviesan las exportaciones no es exclusividad del complejo sojero. Es que, según advirtió a LPO el analista Pablo Adreani, una situación de similares características ocurre también en el caso del girasol.
Al igual que el poroto, el aceite y la harina de soja que tributan el mismo nivel de retenciones, a todas las líneas de girasol también se les quitaron los diferenciales arancelarios que fomentaban la industrialización de la materia prima.
«Hoy por hoy rige una política anti valor agregado con efectos negativos bien dirigidos a la industria que tributa lo mismo sobre un producto primario que procesado como el aceite y la harina», señaló Adreani a este medio.
«La medida afecta por igual a todo el complejo y promueve la exportación del girasol como grano que ha desaparecido de las planillas y estadísticas mundiales dado que se envía solo a Turquía y la Unión Europea», aseguró Adreani.
Se consolidó la primarización de las exportaciones sojeras
En julio pasado, en una medida de campaña para intentar seducir al campo, el Gobierno anunció la disminución de la tasa de exportación de 4 a 3 pesos por dólar FOB para productos de economías regionales entre los cuales se incluyó al girasol.
«Con esta medida pensada para mejorar el precio de compra de los exportadores en beneficio de los productores, el Gobierno favorece a la industria europea en desmedro de la industrialización local», apuntó el director de Agripac consultores.
Adreani calculó que por la ausencia de una política que impulse el valor agregado en origen con diferenciales arancelarios la industria aceitera paga un sobrecosto de alrededor de u$s 10 por tonelada que equivalen a unos u$s 30 millones por año.
La cosecha de girasol 2018/19 finalizó en torno a las 3,9 millones de toneladas. Hoy la Argentina representa el 7% del total de las exportaciones mundiales, muy por debajo del 35% que llegó a registrarse a mediados de la década pasada.
En los últimos 15 años la producción mundial de girasol se duplicó alcanzando las 50 millones de toneladas. En el mismo periodo la Argentina fue desplazada por otros países competidores como Ucrania, Rusia y la Unión Europea.
«No se sabe si la mala praxis del Gobierno obedece a un desconocimiento del negocio o a una ideología progre-productivista tranqueras adentro», apuntó el especialista. «Promover la exportación del girasol como grano va contra la gravedad misma», agregó.
A mediados de julio pasado el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y un grupo de empresarios locales viajaron a India con el objetivo de avanzar en las negociaciones comerciales y comenzar a exportar aceite de girasol.
El aceite de girasol argentino no puede ingresar a India por los elevados aranceles de importación vigentes en ese mercado. En tanto, hacia 2021 se estima que nuestro país incrementará en más de un 17% la producción de dicho producto.
Cabe destacar que a nivel mundial el aceite de girasol se encuentra entre los cinco aceites más consumidos. Este ranking está liderado por el aceite de palma que concentra el 34% del mercado seguido por el aceite de soja, de colza y de girasol.
«La Argentina necesita de un estrategia comercial mundial que hoy carece. Sin embargo, las últimas giras a los principales países importadores de alimentos son un muy buen comienzo», destacó Adreani en referencia al viaje a India.
En el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el valor ofrecido este viernes por el girasol se ubicó en u$s 240 por tonelada con entrega contractual, mientras que el precio fue el mismo para operaciones con descarga en enero de 2020.
