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En unidades, el crecimiento fue del 45 por ciento: se pasó de 7.219 máquinas en la primera mitad del año pasado, a 10.463 en la actualidad.
En el primer trimestre, este rubro facturó 2.349,8 millones de pesos; 126,1 por ciento más que un año antes. En el semestre, fueron casi 4.400 millones de pesos, 94 por ciento por encima de la primera mitad de 2016.
En volumen, fueron 417 cosechadoras en el segundo trimestre y 761 en el semestre, lo que significa sendos incrementos del 125,4 por ciento y 65 por ciento, respectivamente.
Esto significa aumentos interanuales del 78 por ciento y del 91,6 por ciento, respectivamente.
En seis meses, se vendieron en Argentina 4.139 tractores, 61 por ciento más que los 2.565 del año pasado. Entre enero y marzo fueron 2.475, 53,4 por ciento más que un año atrás.
En el segundo trimestre, la facturación creció 74,9 por ciento, hasta totalizar 1.065,2 millones de pesos. El semestre, en tanto, finalizó con el mismo aumento y significó ventas por 1.400 millones de pesos.
La cantidad de sembradoras vendidas fue 620 en el trimestre analizado y 835 en lo que va del año; es decir, un incremento en torno al 30 por ciento en ambos casos.
En total, en el segundo trimestre las fábricas de estas maquinarias obtuvieron ingresos por 1.886,4 millones de pesos, 96,3 por ciento por encima del mismo período de 2016. Hasta junio, fueron 3.337,6 millones de pesos; un incremento del 95,3 por ciento.
Los implementos vendidos en el primer semestre fueron 4.728, un tercio por encima del año pasado.
En el segundo trimestre, la participación de las cosechadoras de producción nacional es del 52,3 por ciento en el volumen comercializado; en tractores, el share llega al 66,5 por ciento; y en implementos, a 85,7 por ciento.
En concreto, la facturación de las ventas de implementos, tractores y cosechadoras de origen importado subió 326,1 por ciento, 277,1 por ciento y 151,5 por ciento, respectivamente.
