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La producción triguera volvería a tocar un récord de 20 millones de toneladas durante la presente campaña, según fuentes privadas, actuando como presión a los molinos y exportadores para obtener en el exterior un valor no inferior a los 170 dólares por tonelada para el cereal.
Al respecto, Diego Cifarelli, de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), consideró que «el desafío» que posibilite el desarrollo del sector triguero «no lo tiene el productor, que entregó cantidad y calidad, sino que lo tienen los demás eslabones de la cadena, como la exportación de granos y harinas, y también para la segunda industrialización, la fabricación de fideos y galletitas».
«El compromiso es de toda la cadena triguera, ya que si no somos exitosos exportando, o haciéndolo a precios bajos, todo va a repercutir en el embudo que es el productor», comentó Cifarelli, en declaraciones periodísticas.
Desde el sector privado, apuestan a las posibilidad de acelerar la conquista de nuevos mercados externos y ampliar los envíos de granos y harina que tienen actualmente lugar fuera de las compras que hacen países de la región.Con un volumen de trigo de calidad que podrían alcanzar las 20 millones de toneladas para el próximo ciclo, se lograría mantener calidad además de volumen, algo que fue confirmado no solo por la FAIM sino también por consultoras granarias como Kimei.
De esa forma, se permitiría sostener la oferta externa y garantizar un valor mínimo para el productor de 170 dólares por tonelada.
Según el Mercado a Término de Buenos Aires, el valor pautado para el trigo disponible se fijó hoy en 169,6 dólares, mientras que las operaciones pautadas bajo la posición para enero de 2018 toca los 172 dólares y para marzo próximo los 178 dólares.
Los datos reportados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires refieren que el progreso nacional de siembra de trigo alcanza actualmente el 64,7 por ciento de las 5,5 millones de hectáreas proyectadas para su cobertura en la campaña 2017-2018.
El apalancamiento concedido a la producción triguera también se registró en la siembra ya concluida en Salta o Tucumán, donde con 335 mil hectáreas cubiertas, el área sembrada finalizó con un incremento del 34 por ciento interanual.
Entre sus planes, los molinos exportadores le plantean al estado mayores concesiones para acelerar la colocación de trigo en el exterior, reconociendo que la devolución de exportaciones no alcanza y que los esquemas de costos no cierran al poner el trigo en los buques, lo que hace que se pierdan negocios.
Allí la FAIM le presentó al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, un plan para ampliar hasta las 2 millones de toneladas de harina la exportación prevista en el 2018, sabiendo que este año se estaría muy cerca de cumplir con la venta de hasta 1 millón de toneladas, algo que no se logró en los últimos cinco años por falta de materia prima.
También la industria molinera plantea la necesidad de acelerar el debate de una reforma tributaria, que permita rever el peso que tiene el pago de cargas patronales o la llamada «industria del juicio».
Fuente: Télam
