Alfredo Schanton y Jorge Lambert narran cómo surgió la normativa, sus beneficios sanitarios y los retos que enfrenta el rodeo pampeano si la ley se deroga sin un reemplazo adecuado.
El programa «De Frente al Campo» recibe a los médicos veterinarios Jorge Lambert y Alfredo Schanton, quienes reflexionan sobre el legado y la importancia de la Ley de Admisión Sanitaria y el control de enfermedades venéreas, ante el debate por su posible derogación.
El debate sobre la posible derogación de la Ley 1496 de Admisión Sanitaria, que lleva más de 30 años en vigencia en la provincia de La Pampa, trajo a la mesa de “De Frente al Campo” a dos figuras clave en su origen: los médicos veterinarios Jorge Lambert y Alfredo Schanton. Con una trayectoria extensa y profunda en el sector productivo pampeano, ambos profesionales compartieron sus experiencias y defendieron la importancia de mantener este pilar fundamental para el estatus sanitario del ganado en La Pampa. La ley de admisión y control de enfermedades venéreas en el ganado cambió la historia de la ganadería regional, brindando garantías a los productores y mejorando los índices de preñez de manera notable.
Orígenes de una Ley Pionera
Jorge Lambert, expresidente del Colegio Médico Veterinario y exjefe del Departamento de Producción Animal en Ganadería del entonces Ministerio de Asuntos Agrarios, recuerda los comienzos de su carrera y el origen de la ley. “Nos prestó una oficina la Agrícola Ganadera de La Pampa, y ahí, charlando con ellos, notamos los problemas que tenían con los reproductores que entraban a las exposiciones”, relata. Así, comenzaron a realizar el jurado de admisión, un proceso que reveló la cantidad de animales con problemas que se comercializaban. “Nos llevamos una sorpresa porque venían animales con muchos problemas y los sacábamos”, destaca. El sistema creció tan rápido que otras instituciones empezaron a solicitar el servicio, hasta que se volvió insostenible para el Colegio, que lo hacía de manera gratuita.
“Se hizo tan grande el tema que entonces lo llevamos a Ganadería. Hice la ley que la escribí yo en ese momento… Hace treinta y pico de años”, revela Lambert. Su objetivo era expandir el control a todos los remates y exposiciones, asegurando que el esfuerzo no se limitara solo a una cabaña o exposición, sino que cubriera el 100% de los toros que se vendían, no solo el 10% que hoy cubren, según las cabañas. La ley original fue impulsada con la colaboración de veterinarios departamentales, que realizaban las revisiones de manera gratuita. Lambert insiste en que, antes de derogar esta normativa, es imperativo crear otra que la reemplace y cubra todas las necesidades actuales del sector.

La Lucha contra las Enfermedades Venéreas
Alfredo Schanton, con más de 50 años de trayectoria como veterinario en Toay, relata las dificultades iniciales para insertar al profesional en el campo. Su matrícula, la número 40, es un reflejo de cuán pocos eran los veterinarios que trabajaban activamente en las zonas rurales de la provincia en la década de 1970. “Era toda una tarea difícil, porque había que hacerle entender al productor la importancia del médico veterinario”, comenta. La labor de docencia fue intensa: desde explicar la necesidad de pagar honorarios hasta demostrar la importancia de las necropsias y, sobre todo, la revisión de toros.
Los primeros controles se centraban en aspectos físicos como testículos y garrones, pero el gran avance llegó con la posibilidad de controlar enfermedades venéreas. “Después, gracias a Dios también, se comenzaron a montar laboratorios dentro de la provincia de La Pampa y ahí comenzamos a hacer el control de venéreas”, explica Schanton. Con el tiempo, comenzaron a detectar y controlar enfermedades como la tricomonas y la vibriosis. Este trabajo permitió a los productores mejorar drásticamente sus rodeos. “El hecho de que les descartáramos todos esos reproductores que tenían algún problema, les permitió al productor también ir manejándose con menos cantidad de toros”, subraya.
Un Salto Cuantitativo y Cualitativo
La aplicación de estos controles, que incluían la medición de la circunferencia escrotal y el control de la monta, generó un cambio radical en la ganadería pampeana. Los productores pasaron de utilizar hasta 10 toros por cada 100 vacas a usar muchos menos, sanos y con buen desarrollo. Esto no solo redujo costos, sino que también mejoró los porcentajes de preñez.
“Lo que fue saltar en algunos campos que por ahí no pasaban el 60%, empezó a pasar del 75 al 80 y hasta el 90%, era un logro importantísimo”, destaca Schanton. Este aumento del 12% en los índices de preñez es un factor clave en el contexto actual, donde el stock vacuno nacional y provincial ha descendido. Para revertir esta situación, es vital optimizar la producción. Los veterinarios como Schanton y Lambert, con su visión a largo plazo, entendieron que el saneamiento de los rodeos era la única manera de lograrlo.
“La Pampa fue punta de lanza en el tema de venerias. Una de las provincias señera en encauzar el tema de enfermedades venéreas”, afirman. Esta visión pionera no solo defendió a los cabañeros locales de la competencia desleal de reproductores con problemas provenientes de otras provincias, sino que también estableció un estándar de sanidad que hoy es un orgullo para el sector.

El Futuro de la Sanidad Ganadera
Ambos profesionales coinciden en que la ley fue un punto de inflexión. “Yo creo que cambió todo, cambió la historia, porque los productores siempre lo hicimos pensando en los 4.000, 5.000 productores que compraban toros”, dice Lambert. La ley actuó como un filtro, garantizando la calidad de los animales comercializados. Ante la preocupación por el costo que implica la revisación (actualmente 15 mil pesos por animal, según Lambert), ambos entrevistados desestiman el argumento, considerando que es un costo mínimo en comparación con el valor de un reproductor de alta calidad.
El debate actual en la Cámara de Diputados de La Pampa sobre la derogación de esta ley es una oportunidad para revisar y mejorar la normativa, no para eliminarla. “Hay que juntar a los distintos actores y discutir”, propone Schanton, “para ver cómo sacamos lo mejor que nos beneficie a todos: cabañeros, criadores, la provincia de La Pampa”. Este consenso es fundamental para no perder un estatus sanitario que costó décadas construir y que es reconocido a nivel nacional. La Pampa no puede permitirse retroceder en un tema tan vital para su economía y el futuro de su ganadería.
Impacto económico y sanitario
La normativa permitió que los productores redujeran costos y mejoraran la genética de sus rodeos. Antes, muchos campos utilizaban 8 a 10 toros por cada 100 vacas; con controles de circunferencia escrotal y raspaje, se optimizó el número de reproductores.
“El esfuerzo inicial trajo un estatus sanitario reconocido a nivel nacional”, afirmó Schanton.
Aportes técnicos y experiencia de campo
Los entrevistados recordaron planes pioneros, como el programa caprino en Santa Isabel y las primeras campañas contra enfermedades venéreas, realizadas junto a INTA y municipios. Estos antecedentes, dijeron, demuestran que la articulación entre veterinarios, productores y Estado es clave para la productividad.
Su conocimiento nos inspira. ¡Mirá la entrevista completa para entender por qué este tema es tan importante y seguí de cerca este debate clave para la producción ganadera! 🎥
Las experiencias y conocimientos de los veterinarios Alfredo Schanton y Jorge Lambert son un testimonio invaluable de la importancia de la sanidad en el sector. Para profundizar en este tema y conocer más sobre la labor de estos pioneros, recomendamos visitar la sección de agro entrevistas de nuestro sitio web. Además, para mantenerse al tanto de las novedades y noticias del campo pampeano, no dejen de leer los artículos en Agro Pampeanas.
Para más información sobre la historia de la ganadería y las leyes que la rigen, invitamos a explorar fuentes como el sitio del Colegio Médico Veterinario de La Pampa, institución que ha sido y sigue siendo un pilar fundamental en la sanidad de la provincia.
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