Tras más de tres años de indefiniciones, el Mercado Agroganadero podrá enviar a frigorífico la hacienda caída en el traslado y ejecutar seguros que cubren gran parte de la pérdida. «Esta norma no solo ordena una situación que generaba costos y distorsiones, sino que refuerza la transparencia comercial y aporta garantías de bienestar animal a los mercados», afirma el presidente Carlos José Colombo.
Carlos José Colombo.
Con la publicación de la Resolución 740/2025 del Senasa, el Mercado Agroganadero (MAG) de Cañuelas comienza a transitar una nueva etapa en el manejo de animales caídos. La norma establece un protocolo para la gestión de los mismos y refuerza criterios de bienestar animal. Así, termina con más de tres años de indefiniciones que complicaban el trabajo cotidiano del mayor mercado concentrador de hacienda del país.
¿En que beneficia a la cadena ganadera? En concreto, a partir de ahora se podrá proceder a la faena controlada de los mismos, un aspecto clave para transparentar la operatoria y garantizar cobertura al productor a través de mecanismos de seguros que pueden resarcir hasta el 50% del valor de la pérdida del animal.
“Desde la mudanza del mercado quedamos en el medio de una disputa entre ordenanzas municipales, la normativa provincial y el Senasa. Cada gestión nacional cambiaba los criterios y nunca se avanzaba. Recién ahora, con esta resolución, se fija una línea clara que nos permite trabajar con reglas estables”, explicó a Valor Carne Carlos José Colombo, presidente del MAG.
Según detalló, hasta la semana pasada los animales caídos no podían ingresar al circuito de faena, lo que obligaba a descartarlos como muertos. Esa situación no solo impedía aplicar el seguro que respalda al productor, sino que además generaba un costo adicional para el mercado o el consignatario, que debía contratar servicios de retiro.
“Era una incongruencia total: el productor perdía, el mercado absorbía gastos, y el sistema de seguros no se podía ejecutar. Ahora se vuelve al esquema que siempre funcionó en Liniers y en todo el país, con frigoríficos habilitados que procesan esos animales bajo control sanitario”, remarcó Colombo.
Si bien el impacto económico directo puede parecer marginal -se estima un promedio de 15 animales caídos al mes sobre alrededor de 100.000 cabezas que transitan por Cañuelas-, el directivo enfatiza que lo central es la previsibilidad y la transparencia. “No es el número en sí, que es muy menor al 1%, sino el sentido común. Con esta medida, el productor sabe que cuenta con cobertura, el consignatario no queda en una zona gris y el mercado se ordena bajo un criterio único”, señaló.
En su mayoría, los animales caídos son vacas conserva que llegan al mercado en condiciones de mayor fragilidad, una problemática que se agudiza en marzo-junio, cuando se concentra una mayor oferta de esta categoría. “Son haciendas con más probabilidad de caerse por debilidad corporal, o bien ejemplares que sufren accidentes como una pata quebrada o resbalones en el viaje”, precisó Colombo. Y agregó que desde que el mercado se trasladó de Liniers a Cañuelas, “la cantidad de caídos se redujo significativamente gracias a las nuevas instalaciones, que mejoran el tránsito y manejo de los animales”, resaltó.
Valorizando la inversión
Esta resolución también permite aprovechar las inversiones que el MAG había realizado previo a su inauguración en 2022 para la construcción de un lazareto, un pequeño matadero de emergencia diseñado para atender este tipo de casos. “Hasta ahora estaba prácticamente inutilizado por falta de marco normativo. Hicimos la inversión esperando la habilitación; pasamos años en un limbo, con cambios de autoridades y criterios. Ahora, finalmente, podremos poner en marcha esa infraestructura”, subrayó Colombo.
Además de resolver la problemática de los caídos, la medida abre la puerta para que el mercado avance en nuevas modalidades de remates y ampliación de categorías, incluyendo invernada y novillos de exportación. “Con la traba que teníamos no podíamos proyectar crecer en volumen ni diversificar operatorias. Hoy tenemos el camino despejado para eso, porque ya contamos con el aval sanitario de Senasa”, agregó.
El nuevo protocolo también contempla la obligación de registrar todos los procedimientos en el Sistema de Gestión Sanitaria (SIGSA), lo que garantiza trazabilidad y control digital. El Senasa tendrá la potestad de suspender actividades si detecta incumplimientos que pongan en riesgo la sanidad o el bienestar animal.
Para Colombo, la resolución refleja un cambio de enfoque en la política sanitaria: “No resiste análisis haber tenido tanto tiempo bloqueado un tema de sentido común. Este marco regula, da seguridad jurídica y, sobre todo, aporta al bienestar animal con un tratamiento digno a los caídos”, planteó, destacando que también se cumple con una obligación social: “No hablamos de carne premium, pero sí de un producto que puede destinarse a circuitos comerciales específicos. Se trata de alimentos que antes se perdían”, resaltó.
En ese sentido, desde el MAG también reconocen que “la medida aportará una mejor imagen del mercado, tanto hacia los consumidores locales como hacia los destinos externos que exigen trazabilidad y garantías de bienestar animal”.
A modo de síntesis, Colombo concluyó: “esta norma no solo ordena una situación que generaba costos y distorsiones, sino que además refuerza la transparencia comercial y el estatus sanitario del mercado concentrador más grande de la Argentina”.
Por Marcos Lopez Arriazu, Jefe de Redacción de Valor Carne
Fuente: https://www.valorcarne.com.ar/
Una medida esperada que mejora la gestión sanitaria y otorga previsibilidad al sector ganadero.
La reglamentación marca un avance clave en la profesionalización del mercado ganadero argentino, al establecer un protocolo claro para el tratamiento de animales caídos. Esta decisión del Senasa no solo ordena un aspecto operativo pendiente desde hace años, sino que brinda un marco de seguridad jurídica y sanitaria al conjunto de la cadena productiva.
Con esta nueva normativa, el MAG podrá aprovechar plenamente las inversiones realizadas en infraestructura y fortalecer la trazabilidad de sus operaciones. Además, el enfoque en bienestar animal se alinea con las exigencias de los mercados internacionales, consolidando a Cañuelas como un referente moderno y responsable de la comercialización ganadera en el país.
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