Desarrollado por Corteva Agriscience en Argentina, Ligate combina innovación formulativa, acción dual y poder residual para controlar las malezas más desafiantes del invierno
En un escenario donde las malezas resistentes se multiplican y el glifosato pierde eficacia, una solución de sello argentino vuelve a ganar protagonismo en el campo. Se trata de Ligate, un herbicida formulado y desarrollado íntegramente por Corteva Agriscience en el país, que se destaca por atacar de forma efectiva las malezas más difíciles del otoño-invierno, especialmente gramíneas como el raigrás resistente a glifosato.
“El producto fue pensado y formulado específicamente para el sistema productivo argentino”, explicó el Ing. Agr. Rolando Di Marco, líder de Protección de Cultivos de Corteva para Buenos Aires y La Pampa. En ese sentido, una de sus principales características es su composición a base de dos sulfonilureas: sulfometuron metil —molécula inédita en el mercado argentino— y clorimuron etil, de amplio uso. Esta mezcla se presenta en una formulación innovadora: granos extruidos dispersables en agua, empaquetados en bolsas hidrosolubles que se incorporan directamente en el tanque de la pulverizadora. Esta calidad formulativa permite una disolución rápida, alta compatibilidad con otros productos y facilita su inclusión en estrategias de manejo diversificadas.

Acción preemergente y postemergente: cobertura extendida hasta la siembra
Ligate fue pensado como un herbicida preemergente con alto poder residual, capaz de prevenir la aparición de nuevas camadas de malezas. Pero también cuenta con un efecto postemergente complementario, especialmente útil en el control de gramíneas de invierno como el raigrás, una de las mayores amenazas actuales.
“En casos específicos, recomendamos mezclarlo con un graminicida como Haloxifop (Galant Max) o Clethodim, para lograr contundencia y evitar rebrotes, sin depender de un único modo de acción”, agregó Di Marco. Esta combinación permite un control dual (post y preemergente) con una residualidad de 100 a 120 días, lo que garantiza protección desde el barbecho de mayo o junio hasta la siembra de soja en primavera.

Exclusivo para soja STS y con foco en planificación
Una de las particularidades de Ligate es su selectividad exclusiva para soja STS, lo que implica planificar cuidadosamente la rotación de cultivos. El herbicida actúa por absorción radicular, permanece en los primeros centímetros del suelo y, con lluvias leves, se incorpora rápidamente desde el rastrojo. Esta característica lo vuelve especialmente eficaz en barbechos que necesitan sostener el control a lo largo del invierno.
Según Corteva, Ligate controla tanto gramíneas como malezas de hoja ancha, y su desempeño es confiable en diversos tipos de suelo y condiciones climáticas.
Una segunda ola de éxito para un clásico con visión local
Lanzado hace más de una década, Ligate tuvo una adopción rápida en sus inicios gracias a su capacidad para controlar malezas resistentes y maíz guacho RR, en tiempos en que el glifosato comenzaba a mostrar sus límites. Luego de un período de estabilización, el avance de nuevas malezas difíciles y el desafío sanitario del maíz reactivaron su uso.
“El año pasado fue clave el control del maíz guacho para interrumpir la cadena de transmisión del virus del achaparramiento del maíz, propagado por la chicharrita. En esa estrategia, Ligate fue central”, subrayó Di Marco.
Hoy, con presencia creciente en campos de todo el país, Ligate se reafirma como una herramienta de referencia para el manejo integrado de malezas, con un enfoque adaptado a las condiciones reales del agro argentino. Su tecnología, eficacia comprobada y formulación diferenciada lo convierten en un insumo estratégico no solo para el presente, sino también para los desafíos del futuro.
Fuente: https://news.agrofy.com.ar/
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