De Frente al Campo TV Online Federal
Las exportaciones de carne vacuna en el primer trimestre del año crecieron un 33% alcanzando las 97.165 toneladas peso producto (145.000 toneladas res con hueso), por un valor cercano a los U$S 498 millones.
Según el informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), China resultó ser el principal destino para la carne vacuna argentina durante los primeros tres meses del año 2019 con aproximadamente 64.900 toneladas, lo que significó el 67% de participación del total.
Esta cifra marcó un incremento de un 87% (de 30.241 toneladas) en el volumen embarcado en relación al mismo período de 2018.Sin embargo, más allá que el valor de las exportaciones a China en estos primeros tres meses del año crecieron un 80%, llegando así a U$S 271 millones, la participación del país asiático del total es menor, con el 54,5%, según el informe.
«Es la mejor opción para la faena de vaca y muy buen complemento para cortes de bajo valor de novillos que se faenan con destino a Europa como garrón y brazuelo, delantero incompleto, tortuguita y otros», destacó a Clarín Rural el consultor ganadero Víctor Tonelli.
De todas maneras, alertó que hay en este incremento de las exportaciones mucha faena de vaca.
El país asiático fue seguido por Israel con 7.200 toneladas, y luego por Chile, 6.900 toneladas.Cabe recordar que durante el 2018 los embarques de carne vacuna alcanzaron las 555 millones de toneladas, ubicándose 78,0% por encima de las registradas en 2017. Y China también había sido el principal destino, pero con el 56% del total.
Embarques de marzo
Precisamente, los embarques de cortes enfriados, congelados, y carne procesada en marzo totalizaron 32.1181 toneladas peso producto, por un valor de aproximadamente 177,4 millones de dólares, un 8% superior a los U$S 164 millones obtenidos en marzo del año 2018.
El precio FOB promedio por tonelada para el periodo en cuestión fue de aproximadamente u$s 8.850 para los cortes enfriados sin hueso; y de unos u$s 4.460 para los cortes congelados sin hueso.
Por Esteban Fuentes
Fuente: Los Andes
