En el último cuatrimestre, los precios del ganado en pie subieron tres veces más que los de la carne al público, lo que redujo a la mitad la brecha entre ambos eslabones. Pareciera que la desaceleración del consumo frena a los comerciantes, quienes intentarán presionar hacia atrás para no reducir demasiado sus márgenes.
En las últimas 18 semanas, ó 4 meses, los precios de la hacienda de consumo, agrupando novillos, novillitos y vaquillonas en Cañuelas, aumentaron 12% mientras que los valores al público lo hicieron en 4%.
Esta evolución no fue exenta de matices, con variaciones semanales de los animales que promediaron 4%, tanto para arriba como para abajo, mientras que en las carnicerías ese promedio fue de medio punto.
Así, los índices que calculamos para esos dos precios se fueron aproximando.
Mientras que hace un cuatrimestre la cotización media al consumidor superaba en 20% al punto de equilibrio que manejamos, ahora se ubica en el 10%.
Y habrá que ver qué pasa la semana que viene en las carnicerías con el aumento en Cañuelas de esta semana.
Parecería que la fatiga del consumo está poniendo un freno a los comerciantes, que tratarán de presionar hacia atrás para no reducir demasiado sus márgenes, vía una menor demanda.
Así se ve la evolución semanal de ambos precios en el último año.

Fuente: https://www.valorcarne.com.ar/
La relación entre productor y consumidor se ajusta en un mercado más equilibrado
Durante gran parte del año, el precio de la carne en las carnicerías mantuvo una distancia considerable respecto al valor del ganado en pie. Sin embargo, la reciente aceleración en los precios de Cañuelas y la estabilidad en los mostradores comenzaron a cerrar esa brecha. Este comportamiento sugiere que el mercado busca un nuevo punto de equilibrio entre oferta, demanda y poder adquisitivo del consumidor.
El freno del consumo interno aparece como un factor clave en esta dinámica. Ante la menor rotación de ventas, los carniceros limitan sus subas para no perder clientela, mientras los productores enfrentan mayores costos. Así, la tensión entre ambos eslabones configura un escenario de ajuste paulatino, donde cada variación semanal define el pulso del mercado cárnico.



















































































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