El rodeo vacuno de Estados Unidos cayó a su nivel más bajo a mitad de año desde que existen registros, mientras que la retención de vaquillonas sigue siendo limitada, lo que indica que la reconstrucción del rodeo aún no está en marcha de forma significativa, informó Beef Central sobre el reporte de mitad de año del rodeo vacuno publicado por el USDA el pasado viernes.
Analistas señalan que la recomposición del stock podría estar comenzando lentamente, pero que los altos precios del ganado siguen incentivando más la liquidación que la retención.
El informe semestral de inventarios de ganado de Estados Unidos mostró alrededor de 94,2 millones de bovinos y terneros, 1,3% menos que en 2023 (no hubo informe en 2024) y el menor registro a mitad de año desde que existen datos.
“Mi sensación es que puede estar comenzando un movimiento hacia la reconstrucción del rodeo, pero es muy lento y cauteloso”, comentó esta semana en medios estadounidenses el Dr. Derrell Peel, profesor de Economía Agrícola en la Universidad Estatal de Oklahoma.
“Es posible, e incluso probable, que el stock de vacas de carne de enero de 2025 sea el mínimo del ciclo, pero el inventario de enero de 2026 probablemente esté prácticamente sin cambios, mostrando muy poco o ningún crecimiento este año”.
Si bien los históricamente bajos niveles del rodeo —los menores en 75 años—, los precios récord del ganado y la mejora en las condiciones de las pasturas han alimentado la especulación de que los ganaderos estadounidenses pronto comenzarán a reconstruir sus rodeos, los altos valores del ganado a faena también están contribuyendo a la liquidación continua, ya que muchos productores prefieren aprovechar los buenos precios y vender vientres en lugar de entorarlos.

Fuente: https://www.faxcarne.com/
La histórica baja en el stock bovino estadounidense refleja una combinación de precios elevados y retención limitada.
La situación actual plantea desafíos para la industria cárnica norteamericana, con implicancias tanto en el mercado interno como en el comercio internacional. La baja en el rodeo no solo afecta la disponibilidad de carne, sino que también podría generar presión sobre los precios al consumidor y modificar patrones de exportación.
Además, la reticencia a iniciar la retención de vientres indica que los ganaderos siguen priorizando la rentabilidad inmediata por sobre la inversión a mediano plazo. Esta tendencia podría extender la fase contractiva del ciclo ganadero y postergar una eventual recuperación del rodeo hasta bien entrado 2026.
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