Un problema que va más allá del rendimiento
El achaparramiento causado por la chicharrita no solo repercute en la cantidad de maíz disponible para ensilar, sino que también compromete su calidad. Según el estudio, factores como el momento del picado y las condiciones de almacenamiento desempeñan un papel clave en la conservación del forraje.
El informe también advierte sobre la incorporación de tierra en el proceso de ensilado y los problemas de fermentación, los cuales pueden tener consecuencias negativas en la salud del ganado. La presencia de microorganismos indeseados y la posible generación de toxinas son riesgos que los productores deben considerar.
Ante este desafío, los especialistas del INTA destacan la importancia de adoptar medidas de manejo adecuadas para preservar la calidad del silaje. Optimizar los tiempos de cosecha y almacenamiento, junto con un monitoreo constante de las condiciones del forraje, son algunas de las recomendaciones clave para minimizar las pérdidas y garantizar una alimentación segura y eficiente para los animales.
Para conocer más detalles sobre este estudio y acceder a las recomendaciones del INTA Rafaela, se puede descargar el informe completo.